jueves, 27 de abril de 2017

CARNE EN ADOBO


Esta es una receta de las de toda la vida. Antes, cuando no había frigoríficos y la gente hacía su propia matanza, conservaba de esta manera la carne para que durara una gran temporada. Además de ser un método de conservación lo cierto es que queda riquísima. A mí me gusta así, tal cual, calentándola un poco en la sartén pero puede ser la base para otros muchos platos. Mi madre siempre la utiliza para hacer una cazuela de adobo, que no es más que una cazuela de fideos con esta carne. Otro día pondré la receta.


INGREDIENTES:

- 1'5 kg de costillas o lomo de cerdo o las dos cosas
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharada sopera de orégano
- 1 cucharada sopera de matalahúva
- 1/2 cucharada sopera de comino en grano
- 1 cucharada sopera de pimentón
- 1 cucharada sopera de granos de pimienta
- Sal
- Un buen chorro de vinagre
- Aceite de oliva
Estas cantidades son aproximadas, según el gusto de cada uno podemos poner más o menos de cualquier especia o incluso quitar alguna si no es de nuestro agrado. El vinagre también es un poco al gusto dependiendo de si el adobo nos gusta más o menos fuerte, a mí me gusta fuertecito.

ELABORACIÓN:

En una fiambrera amplia y con tapadera hacemos el adobo, ponemos un poco de agua y echamos todas las especias, la sal y el vinagre. Removemos y metemos la carne dentro. El agua debe llegar como a mitad de la carne, no es necesario que la cubra por completo.
Metemos la fiambrera bien tapada en el frigorífico durante 48 horas aproximadamente. De vez en cuando movemos la carne para que coja el sabor por igual.
Transcurrido ese tiempo sacamos la carne del adobo y escurrimos lo máximo posible.
Ponemos a calentar una sartén y echamos la carne sin nada de aceite.
Empezará a soltar agua que desecharemos. Cuando ya no suelte agua cubrimos con aceite de oliva y sofreímos un poco.
Una vez fría la guardamos en una fiambrera asegurándonos de que la carne quede sumergida en el aceite. La metemos en el frigorífico y ya la tenemos lista para usar cuando queramos. Así aguanta bastante tiempo si es que no os la coméis antes.
Cuando nos apetezca sólo hay que ponerla en una sartén y dorarla un poco más o simplemente calentarla.

lunes, 10 de abril de 2017

ALCACHOFAS SALTEADAS


De pequeña odiaba las alcachofas, no había nada que me diera más repelús que encontrarme una hoja suelta de alcachofa por el estofado, la cazuela o cualquier plato que hiciera mi madre con ellas. Por suerte, los gustos cambian y ahora me chiflan así que hay que aprovechar la temporada de esta verdura para sacar el máximo partido de ella.

INGREDIENTES:

- 1 kilo de alcachofas
- 100 gr de jamón
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- una cucharadita de harina
- un vaso de vino blanco
- dos vasos de agua
- una cucharada rasa de harina
- limón para que no ennegrezcan
- aceite de oliva
- sal

ELABORACIÓN:

Limpiamos las alcachofas de sus hojas más duras y las ponemos en un cuenco con agua y zumo de limón para que no ennegrezcan.
Picamos la cebolla y los ajos.
Yo hago las alcachofas en la olla express por rapidez pero las podéis hacer en una olla normal.
Echamos un poco de aceite a la olla y sofreímos la cebolla y el ajo. Picamos el jamón a cuadritos y lo sofreímos también.
A continuación, ponemos una cucharada de harina y doramos un poco. Agregamos el vino y el agua, echamos las alcachofas y un poco de sal.
Cerramos la olla y contamos 15 minutos desde que empiece la válvula a silbar. Destapamos la olla y si vemos que nos queda mucho caldo las dejamos hirviendo un poco más hasta que la salsa adquiera la consistencia que más nos guste.
Si lo hacéis en una olla normal las dejáis hirviendo hasta que estén tiernas, si vemos que se evapora el agua agregaremos una poca para que no se queden muy secas, nos tiene que quedar una salsa espesita.
Servimos acompañadas de un buen trozo de pan porque esa salsa pide mojar pan.